Oscar Wilde

A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante.

miércoles, 20 de octubre de 2010

La Paloma

Párrafo:

......"Hacia las cinco de la tarde se encontraba en un estado tal de desolación, que temió
no poder abandonar jamás aquel lugar ante la columna en el tercer escalón del Banco y
tener que morir allí. Se sentía envejecido por lo menos veinte años y reducido en estatura
veinte centímetros por la exposición durante horas al calor exterior del sol y al
calor agotador de la cólera interna, exhausto o consumido, eso era, se sentía más bien
consumido, porque apenas notaba ya la humedad del sudor, consumido, desgastado,
abrasado y desmoronado como una esfinge de piedra al cabo de cinco mil años; y si
duraba un poco más, se quedaría completamente seco, requemado, contraído, reducido
a polvo o a cenizas y permanecería en este lugar, donde las piernas seguían
sosteniéndole a duras penas, como un diminuto montón de basura hasta que el viento lo
soplara o la mujer de la limpieza lo barriese o la lluvia lo disolviera. Sí, terminaría de
este modo: no como un señor viejo y respetable que vivía de sus rentas, en su propia
cama y entre las cuatro propias paredes, ¡sino aquí, ante las puertas del Banco, como un
montoncito de basura! y deseó que llegara este momento, que se acelerara el proceso de
descomposición y todo terminara de una vez. Deseó perder el conocimiento, doblar las
rodillas y desmoronarse. Procuró con todas sus fuerzas perder el conocimiento y
derrumbarse. De niño era capaz de hacerlo. Podía llorar siempre que quería; podía
contener el aliento hasta desmayarse o detener el corazón durante un latido. Ahora ya
no sabía hacerlo; había perdido el dominio de sí mismo. Ni siquiera podía doblar las
rodillas para derrumbarse. Sólo era capaz de continuar en pie y aceptar lo que le estaba
ocurriendo......"
Patrick Süskind

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